Vengo de otra época.
Mi niñez, adolescencia y la dura etapa de adulto, transcurrió en Río Cuarto, provincia de Córdoba, Argentina. Desde muy pequeña, tanto en la escuela como en el hogar, se nos inculcó el Amor y el respeto, por la Patria, por sus Símbolos, su historia ...
Aprendimos lo que significa "ser"un habitante del país, sus derechos y límites, que eran para todo ciudadano, fuera trabajador, ama de casa, jubilado o Gobernante. Sabíamos del Preámbulo, de la Constitución.
Feligreses de cualquier comunidad religiosa, sabíamos que no se roba, no se mata, se respeta a los padres y a todos nuestros vecinos, amigos, familiares, etc... Había respeto por la privacidad de las personas, de las familias, se respetaba la vida propia y la ajena.
Sabíamos el correcto modo de convivencia como ciudadanos, como familia, como estudiantes, como trabajadores. Había pautas de conducta, de orden, de respeto.....
Había diferencias entre un buen ciudadano, una buena persona, un buen trabajador o estudiante,.. de aquellos otros, pocos, que elegían delinquir en lugar de trabajar. Cometer delitos en perjuicio de los demás.
La corrección venía de inmediato dentro del hogar, como en la escuela, o las autoridades. Las fechas Patrias no se "corrían" de días, vivíamos" ese Día Patrio" con el corazón en la mano. había desfiles. Peñas folclóricas por todos lados, escarapelas adornaban los pechos y las Banderas en las viviendas. Se latía ese día, todo era algo muy grande que apenas cabía en nuestros corazones, de fervorosa alegría plena de amor patriótico.
En aquella época, ni se soñaba que existirían tantos avances en la ciencia y en la tecnología en todas las áreas del progreso. Tampoco se hubiera supuesto nunca, que se autorizarían tantos programas de TV que son de "chimentos" que se ocupan de la vida de otros, pero sin aportar ninguna solución. Favorables nada más que para sus bolsillos, porque se les paga bien por hundir a los demás.
